domingo, 21 de octubre de 2012

ABORTO: UNA VEZ MÁS

(Art. publicado en el último número de www.institutoacton.com.ar )

Una vez más el debate sobre el aborto muestra que los diversos períodos culturales tienen sensibilidades diferentes y no necesariamente coherentes. En tiempos ecológicos donde la muerte de vacas y de pollos es mal mista, y florecen las corrientes vegetarianas, en tiempos donde cualquier especie animal en riesgo de extinción genera alarmas en la opinión pública, en tiempos donde la pena de muerte, incluso de los criminales más peligrosos, es considerada un crimen; en tiempos donde las guerras de conquista, con todas sus atrocidades, ya no son aprobadas por nadie, en esos tiempos la muerte del niño por nacer, en cambio, es vista como un “derecho”.

Pero en el último caso que ha conmovido al país, el argumento a favor del aborto fue uno de los más importantes, ante los cuales no podemos permanecer insensibles.

Son incontables los casos de mujeres violadas en las condiciones más indignas. Niñas, apenas púberes, violadas por sus parientes y vecinos, que conciben un niño; mujeres secuestradas por los criminales de la trata de blancas, que conciben niños en su cautiverio; adolescentes violentadas y expulsadas de su  núcleo familiar que abortan de cualquier manera y mueren tras una torpe intervención. Los pro-abortistas, en esos casos, no son, como a veces se cree, “cultura de la muerte”: están verdaderamente preocupados por esas mujeres, y esa preocupación debe ser compartida, obviamente, por todos los que nos oponemos al aborto.

Los que nos oponemos al aborto no decimos que todo ello no sea un problema social grave. Urge encontrar soluciones jurídicas y asistencialistas para todos esos casos, y los que estamos en contra del aborto ganaríamos más credibilidad si nos abocáramos a encontrarlas. Lo que no podemos decir, lo que no vamos a consentir, es que la solución pase por matar al niño, un ser humano indefenso, totalmente inculpable, que tiene derecho a la vida, y debería ser ello menos discutible que el derecho a la vida de un asesino serial que ha asesinado a varios y seguirá asesinando.

¿Dónde está la dificultad para advertir que el embrión es un ser humano? No, no pasa por un argumento científico. Es mucho más sencillo. Lo que se está desarrollando como un caballo, ¿qué es, un oso? Y lo que se está desarrollando como oso, ¿qué es, un caballo? ¿Cuál es el problema para ver que lo que se está desarrollando como X es porque ya es X? ¿Cómo va a nacer un bebé humano de algo que NO sea humano?

Y si alguien tiene alguna duda de que un conjunto de celulitas sea un ser humano en desarrollo, ¿por qué las mata? En todos los casos, la duda sobre si algo es humano, o no, es lo que justifica precisamente el abstenerse de matar. Nadie que esté cazando va a disparar si duda sobre lo que se mueve es un alce o un niño perdido. ¿Entonces? (Y además estoy seguro de que muchos pro-abortistas, paradójicamente, ¡están en contra de los períodos de caza!).

Esto se ha dicho una y otra vez, incansablemente, pero nunca he visto a ningún abortista contestar estos argumentos. Los desafío.

Mientras tanto, busquemos todos soluciones y prevenciones para la violencia contra la mujer, una de las violencias más cobardes y abominables. Pero lo es, fundamentalmente, porque la mujer es, las más de las veces, indefensa ante el varón. Que no sea el niño, por lo tanto, el último eslabón de la cadena de la violencia.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Gabriel. Es claro y breve. Lo voy a re-enviar a muchos de mis conocidos con quienes he conversado este delicadísimo tema...
Gracias.
Un abrazo, Ema.

Anónimo dijo...

Yo estoy a favor del aborto. Se mencionó que el feto por nacer tiene el derecho a la vida y por lo tanto no podemos privarle de ese derecho. Ahora bien, debemos privarle el derecho a cada mujer de hacer lo que ella desee con su cuerpo? Aclaro que no soy una persona que promueve el aborto, simplemente creo que si una mujer desea abortar, por razones válidas o no, debería de ser sú decisión. El caso mas común de embarazos no deseados es el de los adolescentes irresponsables. Es muy cierto que el feto por nacer no tiene la culpa y por lo tanto no debería de privarse su derecho a la vida, pero quienes somos nosotros para decirles que pueden o no hacer? El nacimiento de ese feto probablemente perjudicaría la educación de esos 2 adolescentes hasta el punto que se les haga casi imposible conseguir un título universitario. Es justificable el sacrificio del desarrollo intelectual de 2 personas por el precio de una supuesta? NO.

Anónimo dijo...

Los argumentos que queres son que no es duda si es vida o no. Hay un límite en el que tenés que decir que es una persona o no lo es.
Estamos de acuerdo en que hay que hacer todo lo posible para evitar las agresiones contra las mujeres, pero "mientras tanto" que solución proponés?
Un embarazo según tengo entendido no es un paseo en el parque. Por qué someterlas a una mujer a eso por un bebe que no deseó? Dónde queda el derecho de la madre?
Lucas

Fernando Pereyra dijo...

Este es un tema peliagudo donde todas las partes tienen algo de razón y algo de hipócrita. Muchos "anti-abortistas" en público son pro-aborto en privado y en realidad, lo que rechazan, es el acceso gratuito de los pobres a una intervención profesional. Saben que el que tiene los medios aborta igual si así lo desea y que el que no los tiene, lo mas probable es que muera desangrado en menos de alguna curandera. Esa gente piensa que el estado NO DEBERIA gastar el dinero de SUS impuestos asistiendo a los pobres. Nótese: no es la vida humana lo que le preocupa, sólo sus mezquinos "derechos". Y antes de que Gabriel salte y repita por cuarta vez "Tienen derecho", salta la madre que quiere abortar y grita "Yo también tengo derecho". Al fin y al cabo es la lógica del egoismo individualista: paga siempre el más débil. En fin: en cualquier caso, como la moral es una construcción social, si la sociedad considera que hay que despenalizar el aborto se despenalizará, y si no, no.

Javier Iraola dijo...

Seria un contrasentido decir que hay que defender la vida del niño y no la de la madre. Toda vida tiene exactamente el mismo valor y debe ser defendida, resguardada, protegida y sostenida en su dignidad.
"Son hipocritas" es una generalizacion injusta e imprudente. Conozco gente que ayuda, y mucho, a cuidar a las Madres en riesgo. Yo lo hago, y no lo digo por dar testimonio de mi mismo. Yo ayudo a esos que ayudan, con lo que puedo.
En el caso del niño por nacer, no hay que invertir la carga de la prueba: es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Es vida y vida humana, hasta que se demuestre (¿demuestre?) lo contrario, por lo tanto, portador de la misma - la misma, ni mas ni menos - dignidad que la madre y sujeto del derecho a la vida.
¿La Madre tiene derecho a decidir sobre su cuerpo?. Entonces lo puede hacer con los chicos de seis meses de nacidos, por ejemplo. Aseguro, con la experiencia de cinco hijos, que un chico "fuera de la panza" es muchisima mas carga fisica y sicologica para una madre que uno dentro del vientre. ¿Porque no matarlo? ¿Acaso el limite entre la vida y la muerte esta dado por nuestros sentidos? ¿Si "lo veo", llorar, reir o comer esta vivo, si no, no?.
Todos dependemos unos de otros. Es el mundo vital en el que habitamos un mundo interdependiente. Nadie puede decirle al otro: "no te necesito". Si todos tenemos "derecho a decidir sobre nuestro cuerpo", podemos eliminar a cualquier otro que signifique una carga (y, podemos ser eliminados cuando seamos una carga para otro).
No hay categorias humanas. Hay personas.

Fernando Pereyra dijo...

Tenés razón, Javier. En el mar de hipocresía en que vivimos, todavía quedan personas sinceras y bienintencionadas.

Fernando Pereyra dijo...

De todas formas hay algo que me hace ruido, y es lo siguiente: muchas veces se ha defendido, en este blog, la idea de que los derechos adquiridos de unos no deben afectarse para brindarle derechos a los otros. Es decir: Juan tiene derecho a vivir una vida de lujos aunque Pedro se muera de hambre. Cierto, la relación no es directa: no es que los lujos del sujeto Juan están matando de hambre al sujeto Pedro. PERO, sí puede establecerse con claridad que en un mundo de escacés, si unos tiene mucho otros tendrán poco, si unos tienen demasiado otros no tendrán nada. La defensa de este estado de cosas se ha hecho muchas veces desde lo práctico (sacarle a Juan para darle a Padre, aunque pueda estar "bien" moralmente, a la larga es contraproducente), pero muchas otras desde lo moral (sacarle a Juan para darle a Pedro está "mal" en cualquier caso, aunque descubriésemos la manera de hacerlo sin que sea contraproducente). Mediante esta lógica moral, que aclaro no comparto, el derecho de la madre a hacer lo que quiere con su cuerpo, que es su propiedad, es anterior al derecho del niño que está por nacer, y por tanto puede elegir abortar puesto que es SU derecho. Sin duda el niño es un inocente, pero el niño que muere de hambre en áfrica también lo es! (podría ser perfectamente el caso de Pedro). Entonces, si convenimos que la muerte por inanición del niño Pedro es una tragedia, pero que la misma no debe ser resuelta a partir de restringir los derechos de Juan, habremos de convenir que un aborto es una tragedia, pero que la misma no debe ser resuelta a partir de restringir los derechos de la mujer. Insisto: creo que a eso nos conduce la lógica del egoismo individualista.

Connie Capatti dijo...

Quería empezar diciendo que tengo casi 26 años y desde los 20 trabajo como voluntaria en una fundación que acompaña a madres con embazados inesperados.
En este lugar cada día me convenzo más de que el ABORTO no es una solución para nadie. Nos hicieron creer que el bebe y la mamá en un embarazo son enemigos: si la madre elige tener al hijo, se está perjudicando, en cambio si lo aborta estaría apostando a sí misma, o en el mejor de los casos a ambos: salvando a los niños de este mundo cruel, sin sentido, etc.
La realidad es que como decía el ABORTO no es una solución: pierde el niño que no tiene la posibilidad de ser, pierde la madre que sufre al aborto como un calvario al haber matado quien estaba confiado a su cuidado (y además era SU hijo), pierden el resto de los hijos que empiezan a experimentar el síndrome del sobreviviente (por qué yo sí y mi hermanito no?), pierde la pareja, pierde la FAMILIA. El aborto toca en muchos lugares, algunos inimaginables. Las madres empiezan a sufrir el síndrome post-aborto, en síntomas como la depresión, pesadillas recurrentes, enojos violentos con sus otros hijos o el recuerdo del que hubiera sido el aniversario de este hijo suyo que fue pero decidió matar.
No digo esto desde un razonamiento teórico (que también podría ser válido), sino que lo digo porque lo ví una y otra vez.
Desde mi experiencia con estas madres, trato de entederlas y de mostrarsles la verdadera crudez del aborto para con ellas, para que realmente elijan libremente. No se puede elegir libremente desde el desconocimiento (estoy convencida de eso!). En este sentido, pocas veces me enfoco en la orientación a estas madres en el bebe. Si bien, creo que el bebe tiene todo el derecho a nacer, no creo que sea el mayor perjudicado en esta ecuación. Es un inocente, ángelito de Dios que se irá al cielo. Quienes se quedan acá, son los que más sufren. Queda claro que no estoy diciendo con esto que deberíamos matar a todos los bebes. Pero lo pienso igual que para los hijos ya nacidos. Si una madre mata a su hijo (nacido o no no hay diferencia para mí), a ese hijo se le negó la vida: TREMENDO, pero que pasa con esa madre? Su pareja? Esa familia? SE DESTRUYE.
Dicho esto, paso a comentar desde mi experiencia al respecto de lo que leí en los distintos comentarios. Tómenlo con genuino interés de compartir lo que viví (y vivo todas las semanas). Si el tono es fuerte, es más con intención de desafiar los distintos razonamientos que con tono de confrontación.

Connie Capatti dijo...

En primer lugar, a quien cuestiona si es “Es justificable el sacrificio del desarrollo intelectual de 2 personas por el precio de una supuesta?”, en mi opinión no está haciendo la pregunta correcta. Lo que en realidad se está proponiendo es hacer un trueque entre la POSIBILIDAD de sacrificar el desarrollo intelectual de dos personas por la CERTEZA de la muerte de otra. En este sentido respondo que en mi escala de valores: NO. La VIDA es el primer valor. Valoró enormemente la mía y no considero menos digna la de otros.
Al anónimo que le sigue argumentado: “Por qué someterlas a una mujer a eso por un bebe que no deseó? Dónde queda el derecho de la madre?” Está negando que el BEBE ya ESTÁ. Ya es una realidad; esa mujer YA es MAMÁ. El aborto no desembaraza a la mujer ni borra la violación. No se puede corregir con una mala decisión sobre una mala decisión (no propia) anterior. Doy fe de que para una mamá violada el aborto no es una solución si no que la hunde más en su baja autoestima. Lo viví de cerca más de una vez. En contraposición, una mamá que fue abusada pero sigue adelante (incluso con la posibilidad de darlo en adopción), es profundamente más feliz. Muchas veces, decisiones de otros o situaciones de la vida nos ponen en lugares que no elegimos, el tema es que decisiones tomamos en esos lugares. Te aseguro que sí a una madre la obligan a matar a su hijo (o la matan o la violan), no lo haría. Ella no eligió ponerse en esa situación pero frente a esa circunstancia, no lo haría. En el embazaro el HIJO está, adentro, y si bien no lo eligió, ESTÁ. ESTÁ como estuvimos y estamos hoy nosotros. Crece a un ritmo increíble, con látidos mucho más acelerados que los nuestros, sus signos son visibles, y la mamá los percibe. Mientras ella quiere interrumpirlo, todo su cuerpo, toda su naturaleza, hace lo posible para que viva. Algo curioso es que nunca en nuestras vidas el vínculo madre hijo es tan profundo como en el embarazo. Solo ahí estamos conectados por el cordón umbilical. Por eso romperlo, ir contra todo esa naturaleza, trae aparejado secuelas imborrables.
Por último, con respecto a quien dice “el derecho de la madre a hacer lo que quiere con su cuerpo, que es su propiedad, es anterior al derecho del niño que está por nacer, y por tanto puede elegir abortar puesto que es SU derecho.” Si bien aclara que no lo comparte, creo yo que hay un error en el razonamiento. Cuando la madre ABORTA no está haciendo lo que quiere con SU CUERPO, si no que haciendo lo que quiere con el CUERPO DE OTRO. Si esa lógica fuese válida, una madre que se envenena o droga y luego da de amamantar a su hijo, y esté hijo muere, entonces no estaría haciendo ningún mal, en definitiva está decidiendo sobre su propio cuerpo. No veo ninguna diferencia entre esto, y una inyección de ácido que quema al bebe en el vientre (un método muy común de aborto); La única diferencia estaría si pensásemos que el bebe en la panza no es humano.
Ojo con subestimar a los bebes no nacidos. Todos estuvimos ahí y desde que existimos hasta los 30 (no sé bien cuando es el climax) nos desarrollamos. A qué estamos jugando?