domingo, 15 de marzo de 2009

RESPUESTA AL DISCURSO DE LA SEÑORA PRESIDENTE

El Domingo 1ro de Marzo la Señora Presidente ha pronunciado un discurso con un alto contenido ideológico que merece un análisis proporcional. Un debate de ideas, no personal. No están en juego las buenas intenciones de la presidente, que damos por obvias, y menos aún incurriremos nosotros en debates políticos cuyo único fin sea mantener el poder, pues estamos del lado académico y en ese tono analizaremos las ideas de la Señora Presidente.

Que su discurso tenga un algo contenido ideológico no tiene nada de negativo, si quitamos a la palabra “ideología” sus connotaciones negativas y la limitamos a una visión del mundo político altamente conformada por contenidos filosóficos.
En ese sentido, querríamos analizar precisamente la visión del mundo que se transmite en el discurso, tratando de contraponer otra visión del mundo diferente. Esperamos que esto sea el debate de ideas que la Presidente está reclamando al resto de los argentinos.

1. Diagnóstico de la situación mundial.
Coincidimos en que es esta una de las peores crisis de la historia, comparable a la caída del Muro de Berlín, y nos parece bien que la Presidente haya dicho que los muros se nos derribaron a nosotros, colocándose dentro, y no fuera, de aquellos valores fundamentales que del lado oriental de tan oprobioso muro se habían dejado de lado. Es comprensible, también, que la Presidente piense que esta crisis se debe al mercado libre, o al “fundamentalismo de mercado”, cuando prestigiosos economistas occidentales piensan lo mismo. Pero, si de paradigmas se trata, los paradigmas no son tan monopólicos. Desde el mainstream de la economía neoclásica, decir que el mercado “falla” en ciertas cuestiones (por ejemplo, moneda) no es nada extraño, más aún desde el paradigma keynesiano y sus variantes. Pero la Presidente no parece conocer otros paradigmas, que dan otro diagnóstico y una respuesta a sus planteos. La Escuela Austríaca de Economía ha desarrollado un paradigma alternativo, según el cual no es el mercado libre, sino su ausencia, lo que conduce a crisis financieras como la de Alemania en 1923, EEUU en 1929, o la actual, tal vez la peor de todas. Dicha teoría, llamada teoría austríaca del ciclo económico, sostiene que es precisamente la presencia del gobierno en el mercado monetario, a través de los bancos centrales, la que al expandir la base monetaria genera una primera fase de expansión seguida por otra de recesión, más intensa cuanto mayor haya sido la expansión anterior. Por supuesto, ello no es todo. La señora Presidente tiene abundante bibliografía sobre el tema: desde el libro de L. von Mises en 1912 sobre la moneda y el crédito (1), pasando por sus análisis coyunturales de las crisis de los años 20 y 30 (2), pasando por los análisis de F. A. von Hayek sobre la teoría del ciclo, en 1931 (3), más su conocido debate con Keynes en la década del 30 (4). Lo interesante de todo ello es que, si los austríacos tienen razón, entonces la Señora Presidente no la tiene, como tampoco la tienen Obama o Krugman. Y sería falso, entonces, que el mercado libre ha llevado a la actual situación. Al contrario, el mundo actual, sobre todo a partir del Fondo Monetario Internacional, la Reserva Federal norteamericana y el New Deal, es un intervencionismo total, un semi-socialismo, tal cual lo describe Mises en la parte VI de su tratado de Economía (5), y es interesante que gran parte de la opinión pública mundial –de la cual la Señora Presidente es sólo un ejemplo- considere esa abundante presencia del gobierno en todos los aspectos de la economía como un mercado libre. Creo que le será interesante conocer a la Presidente que organismos tales como el Fondo Monetario Internacional fueron criticados por los economistas austríacos partidarios del mercado libre, como por ejemplo Mises en 1949, en cuyo tratado de economía, ya citado, se encuentran fuertes críticas a dicho organismo estatista, y no precisamente en un sector aislado o marginal del libro (6). Si la presidenta quería ideas, si quería un debate de ideas, aquí las tiene, y creemos que merecerían su atención. Esto, señora Presidente, no es cortar rutas ni tomar bancos. Es sugerirle la lectura y meditación de un paradigma muy diferente al suyo y que le haría ver al mundo social de una manera también muy diferente.

2. El dinero.
A partir de lo anterior, otras partes de su discurso pueden ser analizadas desde el mismo punto de vista. Que el dinero no produce dinero fue dicho por Aristóteles hace algunos siglos, y nos alegra que la Señora Presidenta haya tenido a tan ilustre asesor. Pero el pensamiento humano puede darse el lujo de evolucionar, sobre todo si han pasado 24 siglos. Fueron los economistas austríacos precisamente quienes advirtieron que la tasa de interés y la formación del capital tiene que ver con el tiempo que demandan dichos procesos de producción, y por ende es obvio que el dinero como tal no es nada sino sólo un medio de expresión del valor adicional que tiene en el mercado el tiempo de ahorro necesario para la fabricación de nuevo capital, nuevo capital que es necesario, contrariamente a lo que Marx pensaba, para elevar el nivel de vida de las masas. Todo esto lo tiene la señora Presidente en los libros de Menger (7) y en la monumental obra de E. von Bohm-Bawerk (8), que fue en su momento, a fines del s. XIX, la respuesta teorética equivalente a aquella gran obra que fue El Capital de Marx. Marx fue un gran filósofo. Había en él una visión del mundo y una explicación profunda del funcionamiento del sistema capitalista, y su estudio demanda entrenamiento filosófico y no la mera lectura de datos y cifras. Pues bien: de igual modo sucede con los austríacos, y por ello son la respuesta equivalente a la cosmovisión marxista. Los austríacos explicaron que a medida que el capital aumenta, el salario real también, y por ende son falsas tanto la teoría de la plus valía de Marx como su teoría de la pauperización creciente en las naciones capitalistas, y con el mismo sustento teorético se refutan las hipótesis ad hoc posteriores al marxismo, como las teorías de los años 70 sobre el deterioro de los términos de intercambio y la dependencia de naciones periféricas hacia las desarrolladas, teorías que sabemos fueron adoptadas por el peronismo argentino en los años 70 y que conformaron la visión del mundo de la señora Presidente. Pues bien, este es entonces el debate que el país merece. No es cuestión, ni de resonantes acusaciones de corrupción, ni de estrategias políticas ni de intentos de manipulación de la opinión pública. Se trata de decirle, públicamente, señora Presidente: su visión del mundo, evidentemente marxista, está, con todo respeto, equivocada. No es la acumulación de capital, sin distribuir el ingreso, la causa de la pobreza, sino precisamente la falta de inversión, la falta de acumulación de capital, y falta de base institucional (tal vez, el origen del problema), lo que ha sumergido a América Latina en esa pobreza indignante que usted, Señora Presiente, quiere noblemente combatir pero con la visión del mundo equivocada.

3. Las cifras y la visión del mundo.
En ese sentido, nosotros no le diremos, como otros, que usted ha olvidado algunas cifras o malinterpretado otras. Usted, como cualquier analista social, interpreta los llamados datos conforme a su paradigma. O le da relevancia a unas cifras y no a otras, conforme a un paradigma que usted da por verdadero, cuando debería ser profundamente debatido. En ese sentido, no importa cuánto y a quién o cuándo dio el gobierno nacional a las provincias. Es el mismo sistema de coparticipación federal el que no funciona. Es la misma naturaleza del sistema la que está equivocada. Nuevamente, si leyera usted a los economistas de la escuela del Public Choice (9), podría darse cuenta que toda decisión pública que no descentralice las decisiones administrativas está conducida al fracaso y la ineficiencia. No es cuestión de que usted y su equipo se esfuercen en repartir con equidad los recursos federales hacia las provincias: es cuestión de que toda administración provincial que dependa de subsidios y prebendas del gobierno federal no tendrá los incentivos necesarios para manejar y equilibrar sus gastos, y si el gobierno federal, a su vez, cree que no tiene límites en sus capacidades recaudatorias, está en el mismo problema. Ningún gobierno, ni el suyo, ni el de Obama ni el de China, pueden evitar estas tres alternativas para financiarse: inflación, impuestos o endeudamiento. Usted, muy acertadamente, parece querer evitar el 1er y 3r método, aunque se podría debatir en qué medida no está incurriendo en ellos indirectamente. Pero es evidente que usted recurre al 2do método, y especialmente a los impuestos a la renta, con lo cual su gobierno entra en un círculo vicioso del cual no podrá salir.

4. El campo, la circular 125, retenciones y redistribución del ingreso.
En ese sentido, lo mismo: es irrelevante, señora Presidente, cuál hubiera sido el nivel de retenciones si la 125 hubiera estado vigente. Lo que su visión del mundo le impide precisamente ver, es que las retenciones son en sí mismas una exacción a la renta, un impuesto a la renta, independientemente de cuestiones terminológicas que no vienen al caso. Y ese es el problema. Usted piensa que debe aplicar ese tipo de impuestos porque concibe su modelo como un gran sistema de redistribución del ingreso. Está convencida de que cuanto más gana uno, más pierde otro. Concibe a la economía como un juego de suma cero. Evidentemente leyó usted “Justicia como equidad” de J. Rawls, o alguno de sus asesores hizo su propia interpretación del óptimo de Pareto que aparece en dicho artículo y luego en la obra central del gran pensador norteamericano (10). Otra vez, paradigmas contrapuestos. Las cosas son exactamente al revés. Todo impuesto a la renta, y especialmente el progresivo, es un desaliento al ahorro y la inversión y, por ende, implican una menor acumulación de capital y, por ende, una menor demanda de trabajo y, consiguientemente, un menor salario real para toda la población. El impuesto progresivo a la renta, su gran arma para luchar contra ese supuesto capitalismo injusto, es una de las mejores cosas que usted tiene a mano para incrementar la pobreza, el hambre, la desnutrición, toda esa pobreza extrema que usted quiere erradicar, pero con los medios equivocados. Ese es el debate de fondo. No es cuestión de si tal o cual sector tiene razón, y menos aún, no es cuestión de defender al “campo” contra el gobierno. No es cuestión de la 125 o de las retenciones. El debate es más de fondo. Si usted quiere luchar contra la pobreza, elimine todos los impuestos a la renta, retenciones incluídas, amén de dejar actuar a ese mercado libre que tanto criticó en su discurso. Porque cuanto menos impuestos, mayor ahorro, a mayor ahorro, mayores inversiones, a mayores inversiones, mayor salario real. No, no se trata de la teoría del “chorreo”, ridiculizada forma en la que su paradigma presenta la acumulación de capital. Se trata del único modo de elevar el salario real de toda la población a mayor velocidad que la oferta de trabajo. Y, si hubiera leído a Hayek o a Buchanan, se hubiera dado cuenta de que ellos de ningún modo dejaban atadas las manos de los gobiernos municipales para que, de manera autónoma del gobierno federal, pudieran proveer bienes públicos en sus propios ámbitos, con menor burocracia y mayor eficiencia que el gobierno federal. Por lo tanto, señora Presidente, si usted se pregunta “qué pasaría si esta crisis a nivel mundial hubiera encontrado a la Argentina en otra situación o, tal vez, con alguna dirigencia política que para enfrentar dicha crisis siempre concibe al ajuste y el no tocar los privilegios de los que más tienen. ¿Por dónde hubieran ajustado?”, debemos decirle con todo respeto que la pregunta está mal formulada. No es cuestión de “no tocar los privilegios de quienes más tienen”: es cuestión de des-regular el mercado de tal modo de hacer funcionar nuevamente los incentivos para ahorrar, producir e invertir. Por ende no es cuestión de sacar privilegios a quienes más tienen o al revés: en un mercado libre no hay privilegios o prebendas para nadie, en el sentido de que ningún sector tiene protecciones o monopolios jurídicos para producir, ni ninguna legislación especial que lo proteja de la competencia local o extranjera. Elimine las retenciones, por ende, pero también elimine todos los precios sostén y todas las barreras arancelarias, y nos tendrá de su lado cuando entonces productores agropecuarios e industriales, que hoy aparecen como “de derecha” corten de vuelta las rutas porque se les habrán acabado sus indebidos privilegios.

5. De qué trata la economía.
Con todo esto llegamos, estimada Señora, a un punto fundamental. Dice usted que “….La economía —todos ustedes lo saben— es, precisamente, administrar con los recursos que se tienen y con la contribución que hay. En Economía, siempre lo que se le asigna a uno es porque se lo está sacando a otro, ya que el único que pudo multiplicar los peces y los panes fue Jesucristo; los demás tienen que tomar decisiones sobre la base de los recursos con lo que cuentan”. No, Señora Presidente, he allí su error fundamental y que condiciona toda su visión del mundo. La economía no es eso, no es juego de suma cero. Usted piensa que es así porque, como diría Hayek, no puede salir de paradigma de las organizaciones deliberadamente planeadas o de las pequeñas sociedades humanas. Sí, es así como usted dice en una pequeña familia, en un convento, en una universidad, o en un gobierno, esto es, en todas aquellas organizaciones que tienen una torta fija para repartir y que por ende deben concentrar su atención en la justicia de la distribución. Pero, justamente, la economía nace en Occidente cuando se advierte que hay órdenes espontáneos que se salen de ese esquema. Esto es, cuando se toma conciencia del tema de la escasez. La cuestión no es repartir un conjunto fijo de recursos “existentes”. El problema es precisamente que no hay recursos; que hay que producirlos, crearlos de algún modo. El problema es la escasez y la división del conocimiento que ello implica. Marx, que como todo gran autor sigue influyendo en usted y gran parte de nuestros contemporáneos, creía que la escasez era sólo una etapa de la evolución dialéctica de la historia, aquella que tocaba, precisamente, al capitalismo. O sea que sin capitalismo, no habría escasez. Usted en el fondo, piensa así. Lo cual no es el olvido del ser de Heidegger, pero sí el olvido de la escasez. La escasez no es un producto del capitalismo, la escasez es una condición natural de la humanidad. Para minimizarla, son necesarias ciertas instituciones que han llevado siglos en evolucionar, pero que gobiernos como los suyos tardan días en destruir. Se llaman propiedad, contrato, estabilidad y seguridad jurídica. ¿Para qué? Para incentivar, precisamente, el ahorro, que permite cortar el círculo vicioso de la suma cero o negativa de los recursos fijos o decrecientes. Ahorro para invertir, para aumentar la cantidad de bienes y servicios, para aumentar de ese modo el salario real y volver a ahorrar e invertir, produciendo ello el círculo virtuoso del desarrollo. Pero para ello es necesario algo que usted y todos los enemigos del mercado han demonizado: la creatividad empresarial, ese conocimiento intuitivo y disperso que, con propiedad y precios libres, tiende a coordinar las necesidades de la oferta con la demanda. La empresarialidad no es, por ende, un interés de clase; es una capacidad que puede encontrarse en todo ser humano y hace aumentar la cantidad de recursos existentes con tal de que encuentre los incentivos jurídicos necesarios; la empresarialidad convierte a todo inmigrante en un productor, y no en un lastre del estado de bienestar; la empresarialidad convierte a toda idea en riqueza, en mayor nivel de vida para todos. Su gobierno, como todos los demás, no tienen más que dejarla fluir, pero no lo hacen porque su paradigma marxista la ha convencido, y los ha convencido, de que ella es el origen de todos los males.
En el fondo, Señora Presidente, este craso error, de concebir a la economía como quitar a unos para dar a otros, domina todos los otros temas, si ahora los repasamos de vuelta. Por ello desconfía del mercado, por ello cree en los impuestos a la renta, por ello cree que su misión es repartir a las provincias, por ello cree que lo esencial es la distribución del ingreso y no la producción de bienes y servicios, por ello cree que la producción de bienes y servicios no puede existir sin su mirada vigilante que impida las injusticias de un supuesto capitalismo que, a su vez, usted cree que se derriba como el muro de Berlín, cuando el único muro existente es el paradigma mental que le impide ver la realidad espontánea del mercado y la libertad.

Este debate es sumamente importante. Las ideas también mueven las decisiones políticas. A veces, fundamentalmente. Porque usted piensa como piensa, es que el país está como está. Y no está mejor, Señora Presidente, y no hay dato o cifra que pueda dirimir la cuestión. El país no está mejor porque bajo su paradigma, usted ha convertido al país en su país. Usted cree que debe estar bajo sus manos. Mientras tanto, el subdesarrollo de la Argentina, bajo sus manos estará. Lo que debe hacer, sencillamente, es devolver el país a sus legítimos dueños, los ciudadanos y sus decisiones cotidianas, en igualdad ante la ley, ausencia de privilegios y probidad republicana.

Este es el debate de ideas que usted merece, Señora Presidente. Claro, algunos se preguntarán: ¿vale la pena publicar esto ahora? Obviamente no sé. Lo que sí sé es que, en materia de ideas, esta es la oposición. Si la poca oposición política que usted tiene ha quedado más desorganizada que antes, este no es el caso. Esto se trata de una concepción del mundo versus otra concepción del mundo.

Piense.

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Notas:
1. Mises, L. von: The Theory of Money and Credit, [1912], Liberty Fund, 1981.
2. Mises, L. von: Selected Writings of Ludwig von Mises, Edited and with an Introduction by Richard Ebeling, Liberty Fund, 2002.
3. Hayek, F. A. von: Precios y producción, (1931), Unión Editorial, Madrid, 1996.
4. Hayek, F. A. von: Contra Keynes y Cambridge, Unión Editorial, Madrid, 1995.
5. Mises, L. von: La Acción Humana [1949], Sopec, Madrid, 1968, parte VI.
6. Op.cit., cap. 17, punto 19.
7. Menger, C.: Principios de Economía Política [1871]Unión Editorial, Madrid, 1983.
8. Bohm-Bawerk, E. von: Capital and Interest [1884, 1900, 1912], Libertarian Press, 1959.
9. Buchanan, J.: El cálculo del Consenso [1962], Espasa-Calpe, Madrid, 1980.
10 Rawls, J.: A Theory of Justice, Harvard University Press, 1971.

23 comentarios:

Poéticamente Insurrecto dijo...

Excelente. No puedo agregar otra cosa. Prometo llevarlo al seno de mi trabajo, repartirlo y molestar a cuanto se me cruce con todo lo por Ud. expresado (sí, a mi "jefe", también".

Anónimo dijo...

La ideologización del matrimonio K , ella ideóloga y él ejecutor , es posterior al acceso al poder presidencial . Son camaleones ideológicos , cuidado con el difícil diagnóstico acerca de quienes son en realidad . Internet está lleno de testimonios y videos acerca de las conductas "neoliberales" de K en la década del 90 , aunque siempre observando el proceso global del peronismo , que surgió hace más de 60 años , como un movimiento que "combate al capital " . Siguiendo ese sentido en esta reelección han elegido profundizar dicho combate . Ellos no son montoneros ni marxistas originales , pactaron con el núcleo montonero para apoyarse mutuamente ( son alrededor de 12 personas conocidas , y a no asombrarse porque los bolcheviques no llegaban a 1000 ) . Tu llamado al debate sería perfecto si trataras con personas racionales o pensantes , pero no lo son . Su ideologización se ajusta como un guante a su apetito por conservarse en el poder , al igual que pasa con Castro o Chávez . Su discurso "en espejo" es un gran sofisma donde los demás siempre tienen la culpa de todo . Son dictadores peligrosos porque no violan tal o cual artículo de la Constitución , violan su espíritu . Si apelan al fraude electoral para autoperpetuarse la culpa la tendrá la Asociación de Ovejas Argentinas . M.S

Anónimo dijo...

Que bueno, Gabriel.
Veo que aprovechas una respuesta a un discurso para desgranar mucho del pensamiento que en mayor o menor medida es parte de los paradigmas argentinos, digamos de un enorme porcentaje.
Pero me dio placer leerte. Sos la luz en la oscuridad la la que hablaba Senholz.
A veces pienso que estamos en manos de medicos de la edad media que cualquier cosa la trataban con hierbas, sangrías y vino caliente y vos queres explicarles cirugia mayor y los modelos de bacterias y virus que empujaron la medicina en el siglo XX.
La ciencia economica ha evolucionado, pero los paradigmas estan en un estado muy rudimentario de evolucion.
Un abrazo,
Fernando

oikos-pobierzym dijo...

Hola Gabriel: de momento, no estoy en condiciones intelectuales ni de alabar, ni de rechazar estas ideas que exponés. No es que no me interesen, pero bien sabés que en estos tiempos mi investigación pasa por otro lado(quiero decir, no por el ánálisis económico).

No obstante me gustaría formularte dos preguntas.

1) ¿Algún país, en alguna década/s ha puesto "en marcha" las ideas de la Escuela austríaca? ¿O estas ideas quedaron siempre como algo deseado (por sus seguidores) y nunca alcanzado?

2)¿Considerás que hay políticos argentinos lo suficientemente asesorados con estas ideas económicas que tan detalladamente exponés? Dicho de manera más concreta:¿conocés algún economista argentino que avale estas ideas? Cuando digo economista no es necesario que me des nombres (si no querés) sino simplemente me comentes si alguno de los "conocidos" en los medios ha sostenido alguna vez las mismas.

Ok, me parece muy prolija tu exposición. Lamento no poder aportar mucho ya que no conozco el tema. Podría preguntarte QUÉ idea del hombre está implícita en estas teorías pero no quiero dispersar mucho el tema.

Si te hago estas preguntas no pasa solamente por un cuestión de mero interés personal, sino porque se me ocurre que debe haber gente que se puede llegar a preguntar lo mismo.

Finalmente, yo no le echaría la culpa a la Sra. Presidente..., también los medios y muchas organizaciones privadas no parecen estar muy interesadas en debatir este tema. No solamente no se habla de estas ideas, sino que tampoco se las debate. Al menos eso me parece.

Te mando una abrazo.

Saludos a todos!

R.P.

Anónimo dijo...

Hola: Excelente lo que planteas. A mi entender, lo deja muy claro Gabriel, el problema es el paradigma.
Los mismos opositores al gobierno K, están en el mismo paradigma marcado por el marxismo que todos nosotros. La única manera de lograr que estas ideas se apliquen correctamente, es un cambio de paradigma.
Silvio

oikos-pobierzym dijo...

Entonces ese cambio de paradigma debería ser un cambio global..., quiero decir; un cambio de proyecto en el sentido humano donde estas aplicaciones económicas podrían llevarse a cabo.

Sino se corre el riesgo de recaer en una mera propuesta de "modelo económico". Digo esto porque ya ha pasado. Alzogaray (década del 80): "Hay que cambiar el sistema"..., y finalmente el "sistema" los cambió a ellos.

Uno escucha tanto (sin entender mucho..., al menos en mi caso) de números, cifras, etc. Los medios se olvidan que todo eso lleva un "modelo" humano. A eso me refiero. Que de esas cosas no se hablan y ahí surgen muchos malentendidos.

Un abrazo!!

R.P.

María Antonieta Arnal Parada dijo...

Muy bueno. Con razón tu presidenta y mi presidente son amigos.

Anónimo dijo...

Hago de Kunkel ( pero civilizado ) : si el problema es la concepción del mundo , modelo o paradigma :
Que han hecho los integrantes de la Escuela Austríaca en los últimos años , aparte de darse palmadas en la espalda felicitándose entre si por sus publicaciones como en un pequeño club ?
Que pasa que nunca "prenden" politicamente en la clase media argentina no-peronista ?
No tienen los peronistas el mismo derecho a pedir que los liberales cambien su paradigma , más ahora que se les "derrumbó la burbuja" ?
El mundo es sólo un diagnóstico y pronóstico de la realidad ? No es también interacción con dicha realidad o política ?
Que lugar ocupa la búsqueda del poder político en cada modelo ?
No hay nada que aprender de los peronistas ? M.S

Anónimo dijo...

Estimado Gabriel:
Se podria decir de esto que las ideas (paradigmas) son el motor de la historia. (estás de acuerdo en esto tal cual lo digo?, una duda teórica), y continuo...
Pero al parecer, este motor que compartimos, no tiene fuerza significativa en la Argentina actual y no la ha tenido en la pasada.
Que opinas respecto a cual es la tara que ha impedido a este paradigma hacerse creencia operativa en Argentina?
Ha faltado debate y propuesta como idea (paradigma) o más bien liderazgo político exitoso que lo haya puesto en el debate y empujado en la concreción política.
M.T.

Anónimo dijo...

Gabriel, en serio crees que la Presidenta es conciente del modelo que propone? Es decir, del marxismo?

Yo creo que es tal la precariedad conceptual del mundo en que viven, que no tiene idea de lo que hace o de lo que piensa. Se maneja intuitivamente, a tientas, improvisadamente, cortando y pegando, como en el Windows.

Hugo

Anónimo dijo...

gabriel:
vos si que sos un boludo con titulo

Gabriel Zanotti dijo...

Mi estimado Diego, argentino-parlante, al cual se le pueden medir la cantidad de b por minuto: yo no tengo ningún problema en asumir socráticamente mi b., con título o sin él. El problema es los millones que son b. y no lo saben en absoluto. De esos millones, hay unos 136 que me han impresionado especialmente...........................

oikos-pobierzym dijo...

Poné la "face", Dieguito..., porque aparte de ordinario, sos cobarde...

¿te crees muy "progre" con ese léxico?


R.P.

Anónimo dijo...

No coincido . Al "estimado Diego" ignoralo como a tantos otros violentos de café .
Los 136 , son honorables boludos imputables y están listos para ser juzgados por violación reiterada del artículo 29 de la Constitución :

"El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria."

Paciencia , esto recién empieza . M.S

Juan Manuel Bulacio dijo...

Amigos, para mí no es la ideología, ni siquiera las ideas, el problema principal. Cuando sólo se piensa en el propio y mezquino interés, todo lo demás se acomoda vergonzozamente a ello. Las mentiras, el cinismo, la improvisación, las contradicciones e incluso las más burdas incoherencias son moneda corriente. La escala moral se trastorna gravemente. Todo vale.
Gabriel, tu brillante exposición (casi inalcanzable para mi)tiene sentido en sí misma, y lamentablemente, creo que un valor nulo para los miserables que nos gobiernan y su cohorte de rastreros impunes.
Te mando un abrazo y espero encontrarte pronto (en el espacio virtual, o mejor, en el real). JMB

Gabriel Zanotti dijo...

Queridos amigos Oikos, MS y JM: gracias por todo. La verdad, si todo fuera aguantar que a uno le digan "b" (y ustedes saben que lo soy para muchas cosas :-))) ), no sería nada. Dios nos de fortaleza para seguir aguantando el abuso, la prepotencia, la vanalidad del mal del kirchnerismo.

Poéticamente Insurrecto dijo...

Celebro profundamente el mensaje de M.S. que habla del Art. 29.

LLevamos años gobernados por infames traidores a la patria. No hay que perder oportunidad de concientizar al respecto.

Saludos!

Pd: sobre "dieguito"... no se tomen la molestia de contestarles. Ni siquiera leyó lo que publicó Gabriel. No puede ser más que un adolescente sobre excitado riendose desde la comodidad de su patetismo. Ya debe estar en la vereda tocando el timbre y saliendo a correr.

Unknown dijo...

Llego a este excelente sitio siguiendo un link en Liber Press y me congratulo de haberlo hecho. Lo incluyo en mi blogroll y sere un habitual.

oikos-pobierzym dijo...

Hola Gabriel; independientemente de la intrusión de esta persona desubicada..., (me parece que deberías haber censurado ese mensaje, ya que dispersa la riqueza del debate), me quedé con ganas de que me respondas si la propuesta de la escuela austríaca fue alguna vez aplicada (o, al menos, en parte) por alguien y si acá (los economistas, sociólogos, o quienes fueran) tienen alguna idea de estas cosas.

Pregunto esto para saber si estas ideas fueron llevadas a la práctica, o quedarón aún en un proyecto teórico.

Bueno, ok.

Un abrazo!

R.P.

Anónimo dijo...

hay algo que nunca me cierra cuando leo un analisis como este. si bien me parece bastante logico todo el argumento siempre me queda la pregunta si no es todo muy teorico... no es una abstraccion hablar sobre la libertad del mercado como algo que funciona como un mecanismo? siendo que en definitiva todas las decisiones son tomadas por alguna persona o personas que no necesariamente piensan en la funcion del mercado como lugar de competencia e intercambio sino en un optimizar el beneficio concreto para la porcion que les toca. pongo el ejemplo del UBS suizo, en donde el directorio se metio de lleno en las subprimes porque era una maquina de generar guita y en definitiva -y muy importante- si no lo hubiese hecho por el riesgo que conllevaba lo hubieran rajado y puesto a otro que estuviese dispuesto. lo cual no tiene absolutamente nada que ver con algun criterio logico de economia de mercado pero me parece muy humano...

a mi me parece que todas estas teorias de mercado se olvidan siempre del factor humano, que en el fondo -dicho de una manera vulgar- compite y lucha para llegar a una posicion en donde pueda ganar mas trabajando lo menos posible, o de no permitir que los demas que vienen atras le toquen el culo...y si, suena medio trucho, pero por favor interpretenlo como de alguien que no tiene idea de economia.

tal vez estoy equivocado, yo creo que el hombre no esta construido para pasarse la vida compitiendo... por lo menos en lo que hace al bienestar economico...

digamos que me gustaria escuchar algo asi como alguna teoria economica tomando en cuenta la naturaleza egoista del ser humano.

Gabriel Zanotti dijo...

Carlitos,
enviame un email a gabrielmises@yahoo.com
y te envío algo respecto a tu importante comentario.

LП!S dijo...

Gabriel: Sos groso, sabelo! Luis.-

Carlos dijo...

Hola! realmente creo haber leído una síntesis perfecta que describe mi pensamiento. No soy un entendido en el tema, pero quiero que sepas que es muy reconfortante encontrar alguien que menifiste su pensamiento. Permitime hacerlo propio o adherir al mismo. Gracias,de verdad!! es bueno saber que tenemos intelectos todavía no contaminados.