domingo, 28 de abril de 2024

LIBERALISMO CLÁSICO VERSUS MULTICULTURALISMO POSTMODERNO

 Vean este discurso de Eva Vlaardingerbroek:

https://www.instagram.com/reel/C6R01hHoHuq/?utm_source=ig_web_copy_link 

¿Tiene razón? ¿O no fomenta su discurso el odio indiscriminado contra el inmigrante o culturas diferentes?

No. Ella no lo aclara (ese es tal vez el problema), pero es una justa reacción ante la izquierda europea que no ha sabido distinguir entre liberalismo clásico y multiculturalismo postmoderno. 

En el primero, todos los seres humanos tienen libertades individuales a través de las cuales se manifiesta una sana diversidad. Todos, europeos, africanos o asiáticos, tienen derecho, precisamente dentro del Estado de Derecho, a la libertad religiosa, de expresión, de enseñanza, de asociación, a través de las cuales las diversidades culturales conviven armoniosamente. Porque esas libertades implican, y este es su reverso, que para todos sea un delito matar, robar, violar, secuestrar. El consenso básico en un pacto constitucional liberal clásico es el acuerdo sobre ese pacto constitucional y, por ende, el límite de la libertad y la diversidad está en las libertades de los demás.

En el segundo, algunos suponen, guiados por el colectivismo ontológico, que las comunidades culturales son colectivos, no individuos, que tienen derecho a su propia identidad cultural aunque viole las libertades individuales básicas. Y que además tienen derecho a recibiur los beneficios de un Estado Providencia que, además de errado éticamente, está en el eje central de graves problemas económicos europeos. 

Lo mismo sucede con el indigenismo en otras sociedades occidentales.

La libre inmigración tiene que ver con lo primero, no con lo segundo. En el liberalismo clásico que defendía Mises, (https://mises.org/es/library/book/liberalismo-en-la-tradicion-clasica) el libre movimiento de capitales y de personas suponía un respeto básico a las libertades individuales, cuya violación implica no sólo el derecho de autodefensa, sino un código penal liberal donde quienes violen dichas libertades perderán justamente su libertad. 

Que no se pueda distinguir una cosa de la otra, es otra de las terribles consecuencias del abandono del ideario liberal clásico, que forma no sólo parte de la identidad cultural europea, sino que es un regalo de Occidente para toda la humanidad.

viernes, 26 de abril de 2024

SIMPOSIO DE FEPAI SOBRE LIBERALISMO Y PRESENTACIÓN DE MI LIBRO "ANTES Y DESPUÉS DE POPPER"

 Fundación para el Estudio del Pensamiento Argentino e Iberoamericano- FEPAI

Simposio Liberalismo, un tema actual

26 y 27 de abril de 2024

En forma mixta

Presencial - Sede Posgrado UNLaM – Moreno 1623 C.A.B.A.

Virtual por plataforma Zoom

Primera parte:  Liberalismo: aspectos teóricos

Viernes 26 de abril, a partir de 16 h

Coordinador: Gabriel Zanotti

Ponentes

- Gabriel Zanotti: “Sobre liberalismo”

- Alejandra M. Salinas: “¿Un liberalismo populista? El caso de James M. Buchanan”

- Héctor Insaurralde: “La educación en tiempos de racionalidad neoliberal”

- Xochitlalli Aroche Reyes: “El liberalismo económico actual en contradicción con la Igualdad socioeconómica”

- Miguel Andrés Brenner: “Políticas educativas. Milei: el caso La Libertad Avanza”

 

18,30 h Presentación del libro Antes y después de Popper, de Gabriel Zanotti

Coordinaciòn Ivo Kravic

Agustina Borella

Celina A. Lértora Mendoza

Gabriel Zanotti

Links para la participación virtual

Unirse a la reunión Zoom https://us02web.zoom.us/j/86992178456?pwd=MXRLTitLU3paRVZUMjhzNGRuUFRrdz09

ID de reunión: 869 9217 8456

 Código de acceso: 716388

domingo, 21 de abril de 2024

MARISA SERRANO VERNENGO, POETA Y MAESTRA


 

Mi padre siempre contaba que debía su vocación pedagógica a dos maestras: su madre, primero, Cándida Lacanna de Zanotti, y su maestra de quinto grado, Marisa Serrano Vernengo.

Marisa era una Montessori de la época. Estamos hablando de la década del 30. Pero además era poeta.

En la casa de mis padres estuvo guardado, desde 1973, un ejemplar de su libro Poemas de los cuatro vientos, ejemplar que data de 1942 y que rescaté de mi biblioteca en una noche de mi habitual imsomnio, luego de permanecer 82 años sin abrir.

No, no era que yo llevaba 82 años sin dormir; era el libro que llevaba 92 años sin abrirse.

Siempre me asombró la paciencia infinita de los libros. Contrariamente a las mentes autoritarias, ellos llegan a nuestra vida sin forzar nuestra existencia, esperan ese momento mágico donde las hojas ajadas y amarillentas cobran vida y comienzan a hablar como si el tiempo no hubiera pasado.

Hace mucho que no leo poesía, excepto algunas de Borges, algunos haikus japoneses, algunas de Unamuno y…….. Este libro.

Comencé con escepticismo.

Pero me dejé asombrar.

Sobre la vida:

Abanicana el pájaro

Su sombra deslizante sobre el agua,

Y sin pesarle tanto cielo

Sobre su tan perdida pequeñez,

volaba”.

Del destino:

“Vida de cada cual

Y muerte única,

Es la tuya, mi hermano,

Y es la mía:

Instransferible, sola, sin remedio”

Y sobre los puentes:

Sobre un puente, de pronto

tendido entre dos seres,

Van y vienen palabras cargadas de secretos.

Se hunden los pilares

Y ellas caen allá abajo,

Y lo desconocido, para siempre.

Se yerguen los pilares,

Se establece el contacto,

Y ellas pasan airosas

De sonrisa a sonrisa,

Y se abren como flores

Al llegar a los pechos”.

Y sobre el amor, como un haiku japonés, uno tras otro:

“Un fresco puñal

Hundiendo dulzura

En la carne ardiente.

 

Una vena abierta

Y una boca ávida

Y sangre que llega y que pasa.

 

Una luz ardiente

De noche y de día

Inútil como la luna en el desierto”.

 

Y luego de 15 analogías más, el colofón:

Y así puede irse

tejiendo y destejiendo,

viviendo y muriendo,

gozando y doliendo,

cantando y clamando,

vibrando o adormeciendo,

lo inabarcable que el amor trae y se lleva;

lo indescifrable que entregado, escapa;

lo imponderable que es nuestro y nos desborda”.

Siempre me he preguntado cómo es ese misterioso azar del poeta consagrado y del poeta desconocido. Qué extrañas casualidades hacen que esta maravilla pemenezca guardada y que otras plumas sean mundialmente conocidas. Qué extraños vericuetos de la vida hacen que un libro se esconda y otro permanezca. No sé. Sólo sé que me siguen conmoviendo estas palabras olvidadas en la química injusta de las ojas amarillentas de viejos libros, en viajas bibliotecas, en eterno silencio sólo interrumpido por furtivas miradas tan inútiles como la luna en el desierto.

De Marisa escribió mi padre una enternecedora entrevista que el joven maestro hiciera a su poética maestra:

Marisa Serrano Vernengo


La maestra inigualable


Publicado en “Mundo infantil” el 20 de febrero de 1956

 He aquí que estoy al fin frente a Marisa. Ella es pequeña, de rostro redondo y de voz muy suave. Cuando Marisa nos habla, su voz nos gana el corazón y las ideas que dice se nos presentan más claras. Ya hemos empezado a conversar. Como siempre, yo quiero saber de su infancia, de sus años primeros. Entonces, me entero que ella ha nacido en una hermosa ciudad de la costa española: en Málaga. Pero muy niña aún –ni seis años siquiera– llegó a nuestras tierras, y por siempre se asentó en ellas. Por eso podemos decirte, lector, que Marisa Serrano Vernengo es en verdad argentina. Pasó sus días infantiles en un barrio porteño. Caballito al Sur, pleno de calles de tierra y grandes zanjones. Muy bajita y muy delgada, todos los vigilantes de la zona, creyéndola más chiquita de lo que era, acostumbraban levantarla en brazos para cruzar las calles embarradas y sortear los charcos enlodados.

Mientras Marisa habla, yo entrecierro mis ojos, y distrayéndome un tanto, recuerdo. Estoy en quinto grado, en una escuela de la calle Lambaré. Una maestra me habla con voz serena, y me dice palabras muy bellas. Me enseña a ser sincero, a ser honesto, a amar la vida, a tener ideales, a despertar a un mundo nuevo. Es una maestra que guía admirablemente a sus alumnos, los comprende, los libera de sus temores o de sus angustias. Es Marisa. Ha llegado a la escuela por un camino de amor. Ningún alumno de Marisa la ha olvidado. Todos recuerdan el paso por su aula como un deslumbramiento.

Reabro mis ojos y aquí está, otra vez frente a mí. Ahora no soy su alumno: estoy convertido en cronista. Y casi siento la tentación de levantar la mano, como hacía en quinto grado, para pedirle permiso para hablar. Pero no levanto la mano. Simplemente pregunto. Y Marisa, espontánea y cordial, me responde.

Así podemos decirte, lector, que terminó sus años escolares viviendo cerca de Plaza Lavalle, sobre cuyos bancos jugaba al circo; y que luego inició sus estudios de maestra en la escuela Normal Nº 8. Allí recibió la luz pedagógica de un gran maestro que formó su vida en el campo educacional: don Carlos N. Vergara, uno de los más altos espíritus de la escuela argentina. Marisa sintió nacer un ansia incontenible por renovar toda la vida de la escuela: por brindar a los niños una educación mejor: por hacer que la enseñanza rindiera mejores frutos. Y desde entonces, su vida es una línea recta tendida en un solo esfuerzo: la educación.

No ha cejado nunca en su lucha. En el campo práctico de la labor escolar ha actuado como maestra de grado en escuelas primarias durante más de veinte años. Allí ha puesto lo mejor de sí, y ha entregado sus fuerzas sin medida realizando sus grandes experiencias. Ahora yo no necesito preguntarle si tuvo éxito en ellas. Me basta recordar lo que he vivido siendo su alumno. Y bastaría, en todo caso, preguntarle eso mismo a cualquiera de los que también tuvieron la dicha inmensa de ser sus alumnos.

Marisa brinda a los niños que están en su grado toda la libertad necesaria. Con ella, los niños dicen lo que sienten, sin limitaciones de ninguna clase. Y así obtienen pensamientos bellísimos, ideas fecundas, poemas deliciosos. Con ella, los niños pintan y crean un mundo de maravillosa plasticidad y expresan sus sentires más íntimos, aún aquellos para los que la palabra no alcanza. Y también aprenden con gusto, sin violencias. Y además crece su espíritu, y la personalidad se forja en ellos fuerte como los troncos robustos.

Fuera del aula, la labor de Marisa ha sido amplia y fecunda. Ha participado en numerosos congresos, nacionales y extranjeros, en los que puso en claro sus ideas pedagógicas. Ha publicado varios libros en los cuales desarrolló sus teorías; y otros donde nos brinda poemas de delicada inspiración y exquisita forma. Entre ellos podemos citarte: "Conciencia de la educación". "Niños", "Poemas de los cuatro vientos", etcétera. Sus conferencias en distintos círculos culturales han sido abundantísimas. Ha dictado cursos en el Ateneo Iberoamericano y en otras instituciones culturales. Sus estudios de filosofía y psicología, realizados todos en forma libre, y algunos bajo la dirección de los mejores profesores, la configuran como una real autoridad en su especialidad.

Ha viajado por el interior del país y por el extranjero. Durante esos viajes ha aprendido y ha enseñado.
Actualmente está orientada hacia las investigaciones psicológicas en particular; y además de algunas actividades en el campo de la psicotecnia del trabajo, dirige con marcado éxito un Atelier de Recreo Educativo para niños y un Ateneo Juvenil. Este último es, en verdad, la nueva vida que Marisa ha otorgado a una vieja creación suya: la Asociación de Ex Alumnos Carlos N. Vergara, que creó personalmente y sostuvo largos años. Con los jóvenes que la integraban, y con los alumnos de quinto grado de la escuela Manuel Solá creó una revista escolar, denominada "Nuestra Voz", que fue un modelo de sinceridad y de real labor infantil.

El tiempo ha pasado, inexorable. Nuestra entrevista toca a su fin. Marisa sigue frente a mí, con su rostro redondo, su mirada dulce, su voz armoniosa. Y yo pienso que todavía ella nos ha de brindar mucho más, y que los niños todos tendrán todavía más cosas que agradecerle. Vuelvo a entrecerrar mis ojos, y la veo ahora partiendo desde un punto lejano en el tiempo, avanzando hacia todos los niños por medio de un camino de amor, hacia un destino de dicha para todos ellos. E imagino a los niños que se toman de la mano y forman una inmensa ronda en su torno, y que de la ronda brota un canto de gracias a Marisa, por haber sido la maestra inigualable, la maestra maravillosa”. 

domingo, 14 de abril de 2024

LOS ESTADOS UNIDOS DE MEDIO ORIENTE

 Bajen las armas. Abran las fronteras. Libre entrada y salida de personas y capitales. Respeto a la libertad religiosa, a la libertad de educación y asociación, a la identidad idiomática. Libre comercio. 

Como ven, tres renglones.

¿Qué importa ya quién estuvo antes, quién después, de quién era esto, de quién era aquello?

Bajen las armas y practiquen el libre comercio y la libertad religiosa desde HOY en adelante y basta. 

Sí, ya sé que la naturaleza humana no es así de fácil; ya sé que es en cierta medida utópico, pero hay que pensar si la utopía no está en que el mundo pueda seguir como está. 

".............A mi juicio, el destino de la especie humana será decidido por la circunstancia de si -y hasta qué punto- el desarrollo cultural logrará hacer frente a las perturbaciones de la vida colectiva emanadas del instinto de agresión y de autodestrucción. En este sentido, la época actual quizá merezca nuestro particular interés. Nuestros contemporáneos han Ilegado a tal extremo en el dominio de las fuerzas elementales que con su ayuda les sería fácil exterminarse mutuamente hasta el último hombre. Bien lo saben, y de ahí buena parte de su presente agitación, de su infelicidad y su angustia. Sólo nos queda esperar que la otra de ambas «potencias celestes», el eterno Eros, despliegue sus fuerzas para vencer en la lucha con su no menos inmortal adversario. Mas, ¿quién podría augurar el desenlace final?" (Freud, El Malestar en la Cultura, 1930, párrafo final).

domingo, 7 de abril de 2024

QUÉ ES LA VERDAD

 




(Pulicado en https://feylibertad.org/que-es-la-verdad/) 

¿Qué es la verdad?, le pregunta Pilatos a Jesús. Recibe la mejor respuesta: el silencio, de parte de Aquél que era la Verdad en sí misma.

Pero como nosotros somos simples mortales, vamos a responder.

La verdad está asociada con terribles discusiones que habitualmente no podemos resolver. Desde la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, los valores morales, el sentido de la vida, pasando por debates como el aborto, la eutanasia, hasta cuestiones como si Trump o Biden tienen razón, la guerra de Ucrania o el conflicto de Israel y Palestina, todo ello parece que diluye la verdad en algo totalmente inalcanzable.

Es como si estuviéramos frente a un edificio de 10 pisos y vemos solamente el décimo. No vamos a llegar nunca. Pero hay una escalera, Una escalera que conduce al primer piso. Bueno, comencemos por allí.

La verdad no se encuentra allí afuera. ¿Es verdad que llueve? Entonces salimos afuera para ver. Uno dice que sí. Otro dice que no, que apenas son algunas gotas. Otro dice que es una llovizna. Otro dice que ya sale el sol. Y comienzan las discusiones. Suerte que la lluvia no es candidata a presidente.

La verdad no está en la lluvia, ni en el sol ni en la Luna. Está en lo más interior de nosotros mismos. En las cosas humanas que más nos importan.

Una vez un alumno me interpeló sobre le verdad. Como yo no soy Jesús, comencé a pensar qué le respondía. Tal vez él esperaba que yo, profesor de filosofía, le diera una muy elaborada respuesta.

Entonces le pregunté: ¿tienes hijos?

Mi alumno me miró con cara de qué tiene eso que ver pero, ante mi cara de que sí, que tiene que ver, me dice (ya el semblante le había cambiado): sí, tres.

¡Muy bien!, le respondí. ¿Y son seres humanos?

Entre cierto asombro y molestia, me responde ¡claro que sí!

Okok………… ¿Y cómo se llaman?

Y luego: ¿y los quieres?

¡Claro que los quiero!, me dice, ya un poco ofuscado de que el profesor de filosofía le preguntara esas cosas tan simples y “no” filosóficas.

¿Y estás seguro de todo eso?

Más enojado: ¡pero claro que estoy seguro!

Bueno, eso es la verdad, respondí finalmente.

El estupor era generalizado. ¿Qué? ¿Cómo? ¿De dónde?

Pero yo insistí: ¿es verdad que tienes hijos, que son humanos, que son tres, que los quieres?

¿Qué quiere decir allí que “es verdad”?

Que es real que…………

¿Y son realidades humanas no?

Si, claro.

¿Y cómo las puedes conocer?

Porque eres humano……………………

¿Y hay grandes debates sobre que quieres a tus hijos?

No………….

¿Pero es importante no?

¡Claro que es importante!

Entonces tenemos algo que es verdad.

Bueno, hemos llegado al primer piso.

Algo es verdad. La verdad es posible.

Pero hay que partir de las primeras verdades, las más humanas, las más cercanas, las más importantes para nuestros afectos más profundos.

Y luego profundizar un poquito.

¿Qué quiere decir que amo a mis hijos? ¿Qué es amar a alguien? ¿Qué compromisos se desprenden del amor auténtico?

Y de ese modo vamos llegando a las verdades morales más profundas.

Y así sucesivamente.

No nos dejemos ganar por el escepticismo. La verdad está allí. Pero no afuera. Está en el corazón humano.

Y eso sí es filosofía.